Chile bajo el agua - Un análisis de las inundaciones registradas en 2023 y 2024

Por Belén Palkovsky

En el mes de junio, la zona centro-sur de Chile fué víctima de dos frentes de mal tiempo consecutivos, lo que afectó 9 regiones, que quedaron inundadas, junto con decenas de miles de personas. Pero no es la primera vez que algo así sucede en la región. En 2023, Chile tuvo un episodio parecido, con consecuencias incluso peores.


 

Esta clase de fenómenos, que combinan largos períodos de sequía con lluvias excesivas, están asociado a una série de factores, los cuales se agravan con el cambio climático global. 

En primer lugar, los sistemas frontales, que son grandes masas de aire frío provenientes del océano, se encuentran con el aire cálido del continente, que está en su período más seco, y provocan precipitaciones. Hasta ahora, un proceso normal y esperable, si no fuera por la intensidad registrada. 

Paralelamente, el fenómeno La Niña, que se caracteriza por presentar temperaturas más frías en la superficie del océano Pacífico Ecuatorial, acaba por alterar los patrones de precipitación en todo el globo. Esto también colaboró, ya que la acumulación de lluvias en períodos cortos ocasionó el colapso de los sistemas de drenaje.

El clima, sumado a la deforestación del territorio, a la falta de infraestructura resiliente y al avance de la urbanización sin planificación adecuada, decantaron en consecuencias directas e indirectas para el país incluyendo cortes de servicios esenciales para la población, infraestructura dañada y costos para el gobierno. 

En este informe, haremos un levantamiento de la situación actual, incluyendo desafíos y oportunidades que se presentan en el sector de infraestructura y energía, como la implementación de mecanismos que sean capaces de minimizar daños futuros, dada la reiteración de los hechos.