Desafíos y soluciones para la seguridad energética en Perú
Líderes del sector discuten los caminos para diversificar la matriz energética en el país
9 de noviembre de 2023Infraestructura
Por Paulo Alfaro
La seguridad energética en Perú consiste en el equilibrio entre la competitividad económica, el suministro seguro de energía y la sostenibilidad ambiental. Este principio guió una reunión privada realizada en Lima con miembros de GRI Club Infra en la sede de Estudio Echecopar.
Perú ha buscado diversificar su matriz energética para satisfacer la creciente demanda resultante de la expansión de su infraestructura en los últimos años. Los participantes reconocen que a lo largo de las últimas tres décadas, el país ha tenido éxito en garantizar un suministro de energía estable, sin experimentar apagones o racionamientos significativos. Sin embargo, existe el desafío de la volatilidad de los precios de la energía, que, aunque a menudo son temporales, conllevan costos elevados que pueden perjudicar la competitividad.
En lo que respecta a la electricidad, el obstáculo radica en la diversificación de las fuentes de energía mientras se asegura la estabilidad del suministro. El sector eléctrico depende en gran medida de las hidroeléctricas, pero la amenaza del cambio climático y la falta de capacidad de almacenamiento de agua en varias regiones requieren soluciones creativas. Un enfoque mencionado en el debate implica subsidiar la construcción de nuevas hidroeléctricas que combinen la generación de energía con la capacidad de almacenar agua.
Es importante señalar que la seguridad energética no se limita únicamente a la electricidad, sino que también abarca el suministro de combustibles. Perú enfrenta desafíos en la gestión de reservas de combustibles como el GLP (Gas Licuado de Petróleo).
Uno de los participantes destaca que en el puerto, Perú mantiene un stock de combustible en GLP que es suficiente para tres días, mientras que en Europa, la reserva es de 90 días. Esto pone de manifiesto la diferencia en las medidas de seguridad energética entre Perú y Europa: "¿Cómo resolvemos este desafío? Con infraestructura", sugiere un ejecutivo.
Otro problema mencionado es la sobreoferta de generación de energía y los bajos costos marginales. Según los participantes, es esencial establecer precios señalizados, una separación efectiva entre potencia y energía, y contratos de compra de energía a largo plazo (PPA).
Aún en relación a los PPA, se considera necesario ajustar las normas regulatorias para permitir licitaciones a largo plazo a nivel de distribución. Actualmente, la mayoría de los PPAs resultan en tarifas elevadas, lo que hace que estas fuentes sean menos competitivas. Los participantes entienden que es necesario explorar otras modalidades de contratación de PPA para promover la eficiencia energética.
No obstante, se destaca la importancia de no volverse excesivamente dependientes de una única fuente de energía, a la luz de las lecciones aprendidas en Europa durante la guerra entre Rusia y Ucrania.
"No queremos encontrarnos en la misma situación que los europeos, quienes, cuando comenzó la guerra entre Rusia y Ucrania, se sorprendieron al descubrir que no eran dueños de los recursos y tuvieron que recurrir a sus centrales eléctricas de carbón, petróleo, etc.", comenta un ejecutivo, sugiriendo que Perú necesita diversificar sus fuentes de energía.
También en relación al gas natural, se aclara que la práctica de vender el gas a precios más bajos al sector eléctrico en realidad constituye un subsidio: "En cualquier lugar del mundo, excepto en Perú, esto se llama subsidio. Si Perú lo vendiera en el extranjero, este gas generaría ingresos que no genera en la actualidad".
En cuanto a las hidroeléctricas, aunque desempeñan un papel importante en la matriz energética, sus costos de construcción elevados dificultan la competencia en el mercado energético. Una solución potencial sería subsidiar la construcción para el almacenamiento de agua, lo que contribuiría a la seguridad hídrica y reduciría el costo de la energía.
Los players lamentan la demora en los procesos de subastas en el sector, que pueden llevar de siete a ocho años, lo que requiere mejoras y optimizaciones, especialmente teniendo en cuenta que muchos contratos de compra de energía (PPA) están a punto de expirar en los años 2027, 2029 y 2030.
Superar estos desafíos requiere una planificación estratégica para garantizar la seguridad energética en Perú. A medida que el país busca abordar estos problemas, la colaboración entre los sectores público y privado se vuelve crucial para asegurar un suministro confiable de energía.
Otro componente fundamental para lograr la transición es el uso de baterías: el país cuenta con más de 7 GW de capacidad de almacenamiento. Se espera que se produzcan avances significativos en la tecnología en los próximos años, lo que las hará más accesibles y eficientes.
Empresas e industrias están mostrando interés en utilizar parques de baterías alimentados por energía solar para optimizar el consumo de electricidad, una tendencia que se espera que crezca. Sin embargo, el desarrollo de legislación y regulación adecuadas es fundamental para estos avances.
A medida que las tecnologías se vuelven más accesibles y la infraestructura se expande, Perú se está preparando para un escenario energético más eficiente y económico.
La seguridad energética en Perú consiste en el equilibrio entre la competitividad económica, el suministro seguro de energía y la sostenibilidad ambiental. Este principio guió una reunión privada realizada en Lima con miembros de GRI Club Infra en la sede de Estudio Echecopar.
Perú ha buscado diversificar su matriz energética para satisfacer la creciente demanda resultante de la expansión de su infraestructura en los últimos años. Los participantes reconocen que a lo largo de las últimas tres décadas, el país ha tenido éxito en garantizar un suministro de energía estable, sin experimentar apagones o racionamientos significativos. Sin embargo, existe el desafío de la volatilidad de los precios de la energía, que, aunque a menudo son temporales, conllevan costos elevados que pueden perjudicar la competitividad.
En lo que respecta a la electricidad, el obstáculo radica en la diversificación de las fuentes de energía mientras se asegura la estabilidad del suministro. El sector eléctrico depende en gran medida de las hidroeléctricas, pero la amenaza del cambio climático y la falta de capacidad de almacenamiento de agua en varias regiones requieren soluciones creativas. Un enfoque mencionado en el debate implica subsidiar la construcción de nuevas hidroeléctricas que combinen la generación de energía con la capacidad de almacenar agua.
En formato de mesa redonda, los participantes debaten sobre la seguridad energética en Perú (imagen: GRI Club)
Es importante señalar que la seguridad energética no se limita únicamente a la electricidad, sino que también abarca el suministro de combustibles. Perú enfrenta desafíos en la gestión de reservas de combustibles como el GLP (Gas Licuado de Petróleo).
Uno de los participantes destaca que en el puerto, Perú mantiene un stock de combustible en GLP que es suficiente para tres días, mientras que en Europa, la reserva es de 90 días. Esto pone de manifiesto la diferencia en las medidas de seguridad energética entre Perú y Europa: "¿Cómo resolvemos este desafío? Con infraestructura", sugiere un ejecutivo.
Otro problema mencionado es la sobreoferta de generación de energía y los bajos costos marginales. Según los participantes, es esencial establecer precios señalizados, una separación efectiva entre potencia y energía, y contratos de compra de energía a largo plazo (PPA).
Aún en relación a los PPA, se considera necesario ajustar las normas regulatorias para permitir licitaciones a largo plazo a nivel de distribución. Actualmente, la mayoría de los PPAs resultan en tarifas elevadas, lo que hace que estas fuentes sean menos competitivas. Los participantes entienden que es necesario explorar otras modalidades de contratación de PPA para promover la eficiencia energética.
La necesidad de diversificar la matriz energética
Una parte significativa de la energía generada en Perú proviene del gas natural. Según uno de los participantes, el país cuenta con reservas que, en conjunto, podrían satisfacer las necesidades energéticas del país al menos hasta 2040: "Todos queremos financiar la transición a energías renovables no convencionales, pero estamos en Perú y tenemos un recurso muy importante, que es el gas natural", comenta un participante.No obstante, se destaca la importancia de no volverse excesivamente dependientes de una única fuente de energía, a la luz de las lecciones aprendidas en Europa durante la guerra entre Rusia y Ucrania.
"No queremos encontrarnos en la misma situación que los europeos, quienes, cuando comenzó la guerra entre Rusia y Ucrania, se sorprendieron al descubrir que no eran dueños de los recursos y tuvieron que recurrir a sus centrales eléctricas de carbón, petróleo, etc.", comenta un ejecutivo, sugiriendo que Perú necesita diversificar sus fuentes de energía.
También en relación al gas natural, se aclara que la práctica de vender el gas a precios más bajos al sector eléctrico en realidad constituye un subsidio: "En cualquier lugar del mundo, excepto en Perú, esto se llama subsidio. Si Perú lo vendiera en el extranjero, este gas generaría ingresos que no genera en la actualidad".
Estudio Echecopar fue co-host del encuentro (imagen: GRI Club)
En cuanto a las hidroeléctricas, aunque desempeñan un papel importante en la matriz energética, sus costos de construcción elevados dificultan la competencia en el mercado energético. Una solución potencial sería subsidiar la construcción para el almacenamiento de agua, lo que contribuiría a la seguridad hídrica y reduciría el costo de la energía.
Los players lamentan la demora en los procesos de subastas en el sector, que pueden llevar de siete a ocho años, lo que requiere mejoras y optimizaciones, especialmente teniendo en cuenta que muchos contratos de compra de energía (PPA) están a punto de expirar en los años 2027, 2029 y 2030.
Superar estos desafíos requiere una planificación estratégica para garantizar la seguridad energética en Perú. A medida que el país busca abordar estos problemas, la colaboración entre los sectores público y privado se vuelve crucial para asegurar un suministro confiable de energía.
Tendencias positivas: cobre y baterías en el foco
Al final de la reunión, se enfatiza la prioridad de Perú en alcanzar la transición energética, aprovechando la creciente demanda de cobre, que se espera que se duplique para el año 2035 y actualmente representa el 12% de la producción en el país.Otro componente fundamental para lograr la transición es el uso de baterías: el país cuenta con más de 7 GW de capacidad de almacenamiento. Se espera que se produzcan avances significativos en la tecnología en los próximos años, lo que las hará más accesibles y eficientes.
Empresas e industrias están mostrando interés en utilizar parques de baterías alimentados por energía solar para optimizar el consumo de electricidad, una tendencia que se espera que crezca. Sin embargo, el desarrollo de legislación y regulación adecuadas es fundamental para estos avances.
A medida que las tecnologías se vuelven más accesibles y la infraestructura se expande, Perú se está preparando para un escenario energético más eficiente y económico.