Ventajas y retos de la transición energética y eólica en Colombia
Ejecutivos señalan dónde están las mejores oportunidades para desarrollar proyectos
21 de septiembre de 2022Infraestructura
La transición energética y eólica en Colombia forma parte de las iniciativas del nuevo gobierno liderado por Gustavo Petro, a fin de combatir el sector extractivo en el país, que ocupa más de la mitad de la balanza comercial nacional (56%), además de representar el 33% del total de la inversión extranjera. Datos divulgados por el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa.
Las dudas sobre cómo cambiar la situación consisten no sólo en las estrategias, sino también en la velocidad con la que se llevarían a cabo, dado el riesgo de impacto en la balanza de pagos y la tasa de cambio. Las propuestas incluyen la prohibición de la exploración y explotación de yacimientos no convencionales, así como la detención de los proyectos piloto de fracking y el desarrollo de yacimientos costa afuera.
A pesar del desafiante escenario, la matriz de generación eléctrica colombiana es la sexta más limpia del mundo, con fuentes renovables que representan el 68% de la capacidad instalada, compuesta en su mayoría por fuentes hídricas. Esto fue informado al GRI Club por Ricardo Sierra, CEO de Celsia, quien justificó estos datos como una ventaja en la transición energética en comparación con otras naciones.
“Esto nos da una gran ventaja con respecto a otros países que apenas están iniciando su transición, pero nos pone en riesgo ante efectos de fenómenos de sequía que típicamente han sido prolongados. Colombia necesita la diversificación de fuentes, entre las que debemos considerar la energía solar y eólica con respaldo térmico”, observó.
Otro factor que beneficia al país andino es su privilegiada ubicación, pues favorece las energías renovables no convencionales. De acuerdo con la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME), la irradiación solar en Colombia tiene un promedio de 4,5 kilovatios/hora por metro cuadrado al día (kWh/m2/d), superando el promedio mundial de 3,9 kWh/m2/d.
El departamento ofrece velocidades de viento que duplican el promedio mundial, lo que podría beneficiar la inclusión de proyectos solares en todo el país, al tiempo que el extremo norte tiene condiciones privilegiadas para el desarrollo de proyectos eólicos. Actualmente, Enel Colombia tiene alrededor de 1.100 MW renovables en construcción en Colombia, de los cuales 205 MW están dedicados al parque eólico Windpeshi, en La Guajira.
“La región Caribe se ha posicionado como el epicentro energético de Colombia, caracterizada por los fuertes vientos en la zona costera, que viabilizan proyectos eólicos como Windpeshi; así como los altos niveles de radiación que apalancan iniciativas solares como El Paso y La Loma, ambos en el Cesar; Guayepo I & II en el Atlántico; y Fundación en el departamento del Magdalena”, añadió Díaz.
Carlos Orduz también ve en La Guajira el principal escenario para la inversión en proyectos eólicos. Asimismo, agregó dónde están las mejores oportunidades en el caso de los proyectos solares: “En materia solar, hay diferentes zonas con la radiación necesaria, una de ellas la zona del Magdalena medio, por la luminosidad y por las facilidades de conexión”.
Es importante destacar que las condiciones geográficas y medioambientales no son suficientes por sí solas para hacer avanzar las energías renovables y el desarrollo nacional, dada la necesidad de que los actores del sector energético estén integrados. Para Ricardo Sierra, es necesario que los sectores público y privado, así como la academia y las comunidades en general, se vinculen con la iniciativa privada, siendo ésta una de las formas de estimular la inversión nacional desde la industria.
“Hoy somos casi en su totalidad, dependientes de importaciones de los equipos necesarios para la transición energética hacia fuentes renovables no convencionales, así que de igual manera, se hace necesario el desarrollo e incentivo de esta industria en nuestro país”, opinó.
“A este desafío se suma la creación de confianza con las comunidades indígenas en territorios como La Guajira y con ello, la reglamentación de la Ley de Consulta Previa. Esta última es de vital importancia para facilitar dicho relacionamiento entre las partes, pues permitiría establecer bases, procesos y responsabilidades claras para evitar posibles conflictos que afecten el desarrollo de los proyectos energéticos”, explicó Díaz.
Uno de los caminos señalados por los ejecutivos para superar los retos y avanzar en la transición energética y eólica en Colombia es fortalecer la seguridad y estabilidad jurídica en el país. Además, la promoción de iniciativas que fomenten la eficiencia energética, tanto en las empresas como en los lugares.
“Se debe continuar promoviendo la política pública y la regulación en la transición energética, con gradualidad y complementariedad energética, manteniendo el desarrollo de la fortaleza en la generación hídrica del país”, concluyó Carlos Orduz.
Las dudas sobre cómo cambiar la situación consisten no sólo en las estrategias, sino también en la velocidad con la que se llevarían a cabo, dado el riesgo de impacto en la balanza de pagos y la tasa de cambio. Las propuestas incluyen la prohibición de la exploración y explotación de yacimientos no convencionales, así como la detención de los proyectos piloto de fracking y el desarrollo de yacimientos costa afuera.
A pesar del desafiante escenario, la matriz de generación eléctrica colombiana es la sexta más limpia del mundo, con fuentes renovables que representan el 68% de la capacidad instalada, compuesta en su mayoría por fuentes hídricas. Esto fue informado al GRI Club por Ricardo Sierra, CEO de Celsia, quien justificó estos datos como una ventaja en la transición energética en comparación con otras naciones.
“Esto nos da una gran ventaja con respecto a otros países que apenas están iniciando su transición, pero nos pone en riesgo ante efectos de fenómenos de sequía que típicamente han sido prolongados. Colombia necesita la diversificación de fuentes, entre las que debemos considerar la energía solar y eólica con respaldo térmico”, observó.
Otro factor que beneficia al país andino es su privilegiada ubicación, pues favorece las energías renovables no convencionales. De acuerdo con la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME), la irradiación solar en Colombia tiene un promedio de 4,5 kilovatios/hora por metro cuadrado al día (kWh/m2/d), superando el promedio mundial de 3,9 kWh/m2/d.
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El impacto de La Guajira en el desarrollo de los proyectos
GRI Club entrevistó a otros dos ejecutivos para tratar el tema, Lucio Rubio Díaz, director general de Grupo Enel Colombia y, Carlos Orduz, vicepresidente de Generación de Energía de EPM - Empresas Públicas de Medellín. Cuando se les preguntó dónde están las mejores oportunidades para desarrollar proyectos, ambos respondieron que en La Guajira, situada en la península homónima y bañada por el mar Caribe al norte y al oeste.El departamento ofrece velocidades de viento que duplican el promedio mundial, lo que podría beneficiar la inclusión de proyectos solares en todo el país, al tiempo que el extremo norte tiene condiciones privilegiadas para el desarrollo de proyectos eólicos. Actualmente, Enel Colombia tiene alrededor de 1.100 MW renovables en construcción en Colombia, de los cuales 205 MW están dedicados al parque eólico Windpeshi, en La Guajira.
“La región Caribe se ha posicionado como el epicentro energético de Colombia, caracterizada por los fuertes vientos en la zona costera, que viabilizan proyectos eólicos como Windpeshi; así como los altos niveles de radiación que apalancan iniciativas solares como El Paso y La Loma, ambos en el Cesar; Guayepo I & II en el Atlántico; y Fundación en el departamento del Magdalena”, añadió Díaz.
Carlos Orduz también ve en La Guajira el principal escenario para la inversión en proyectos eólicos. Asimismo, agregó dónde están las mejores oportunidades en el caso de los proyectos solares: “En materia solar, hay diferentes zonas con la radiación necesaria, una de ellas la zona del Magdalena medio, por la luminosidad y por las facilidades de conexión”.
Es importante destacar que las condiciones geográficas y medioambientales no son suficientes por sí solas para hacer avanzar las energías renovables y el desarrollo nacional, dada la necesidad de que los actores del sector energético estén integrados. Para Ricardo Sierra, es necesario que los sectores público y privado, así como la academia y las comunidades en general, se vinculen con la iniciativa privada, siendo ésta una de las formas de estimular la inversión nacional desde la industria.
“Hoy somos casi en su totalidad, dependientes de importaciones de los equipos necesarios para la transición energética hacia fuentes renovables no convencionales, así que de igual manera, se hace necesario el desarrollo e incentivo de esta industria en nuestro país”, opinó.
Retos que dificultan el avance de la transición energética y eólica
Un reto que obstaculiza la generación de energía renovable en Colombia es respecto al retraso en la entrada en operación de algunas líneas de transmisión, ya que esto imposibilita el transporte de energía en los parques eólicos y solares para inyectar en el Sistema Interconectado Nacional (SIN). Además, compromete el funcionamiento de los generadores.“A este desafío se suma la creación de confianza con las comunidades indígenas en territorios como La Guajira y con ello, la reglamentación de la Ley de Consulta Previa. Esta última es de vital importancia para facilitar dicho relacionamiento entre las partes, pues permitiría establecer bases, procesos y responsabilidades claras para evitar posibles conflictos que afecten el desarrollo de los proyectos energéticos”, explicó Díaz.
Uno de los caminos señalados por los ejecutivos para superar los retos y avanzar en la transición energética y eólica en Colombia es fortalecer la seguridad y estabilidad jurídica en el país. Además, la promoción de iniciativas que fomenten la eficiencia energética, tanto en las empresas como en los lugares.
“Se debe continuar promoviendo la política pública y la regulación en la transición energética, con gradualidad y complementariedad energética, manteniendo el desarrollo de la fortaleza en la generación hídrica del país”, concluyó Carlos Orduz.
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