Espacios de trabajo flexibles: la consolidación del mercado de oficinas
El uso eficiente de los espacios de trabajo ganó impulso tras la aparición de la pandemia
14 de abril de 2022Mercado Inmobiliario
Dos años después del inicio de la pandemia que generó impactos significativos en el modelo de trabajo, ¿qué dinámicas están siendo consolidadas? Con la mayor aceptación del trabajo a distancia e híbrido, se discute mucho sobre qué modalidad es más adecuada para las compañías.
El hecho es que durante los tiempos más sombríos del coronavirus hubo una cantidad destacable de profesionales que experimentaron el trabajo remoto. Para tener una idea, Newmark realizó una encuesta en México con 50 ejecutivos nivel C y 100 trabajadores de otros rangos, en la que el enfoque giró en torno a la “experiencia del trabajo a distancia y las perspectivas de futuro sobre el uso de la oficina y los nuevos modelos de trabajo”; el 95% trabajó de forma remota durante la pandemia.
Sin embargo, tal modalidad carece de aspectos imprescindibles para la calidad de vida del colaborador, que pasa especialmente por el aumento de productividad e interacción, razones por las que los ejecutivos C-level en México han visto el modelo híbrido como la modalidad de trabajo ideal. “Es claro que la modalidad híbrida lidera las preferencias tanto de los trabajadores como de los C-level”, declaró la misma encuesta -divulgada por Visión Inmobiliaria 2022.
Quien comparte el mismo optimismo sobre trabajar de forma flexible es Nicolás del Pozo, Network Development Director de IWG. Preguntado por los nuevos hábitos de trabajo que llegaron con la pandemia y cómo estos impactan en el uso de los espacios, Nicolás dijo que el escenario pandémico aceleró las tendencias que ya existían, fortaleciendo un formato que combina las actividades realizadas presencialmente en la oficina y también a distancia. El trabajo híbrido, según él, une efectividad y flexibilidad.
“Hoy la tecnología permite a cualquier colaborador de una organización, a cualquier emprendimiento, a cualquier start-up, trabajar con mucha eficiencia desde cualquier lugar. En el mundo corporativo había muchos preconceptos respecto de esto, si la gente era productiva, no era productiva, trabajando desde su casa… Por ende, lo que hizo la pandemia fue acelerar esa tendencia del trabajo híbrido -de alternar la oficina con la casa- y de alguna manera derribar un montón de prejuicios culturales respecto de la posibilidad de ser eficientes trabajando en esta alternancia, en esta forma flexible”, opinó.
La empresa es consciente de varias tendencias vinculadas al trabajo flexible que permitirán un crecimiento acelerado en diversos países. En ese sentido, se está trabajando en la incorporación de nuevos miembros, específicamente en el ámbito de la expansión y centrándose en el desarrollo de IWG en Latinoamérica y el mundo.
En el caso del territorio latinoamericano, Nicolás comenta que las oportunidades son enormes, y que las empresas recibirán soluciones basadas en inversión con bajo riesgo, flexible en cuanto al tiempo y cantidad de espacio que se toma, así como una gran oportunidad dada por baja penetración del flex office o de la indústria de coworking dentro de lo que es el sector de oficinas en la región.
“Si hoy uno mira la penetración sobre el stock de oficinas de clase A, la penetración del flex office está en el orden de 2%, y nosotros proyectamos que en los próximos años eso debería subir en 25%, 30%, lo cuál, teniendo IWG una posición de liderazgo, dentro de lo que es la industria por cantidad de ubicaciones, por cantidad de metros, por la infraestructura, entendemos que va permitir un escalamiento a la cantidad de metros que tiene IWG en la región”, agregó.
Preponderante para sus clientes, IWG viene adoptando propuestas de valor cuya eficiencia se basa no sólo en los hábitos de trabajo, sino también en los costos y las necesidades específicas. Las prácticas pasan por “tener los metros cuadrados en base a la necesidad concreta de la organización en un determinado momento; la posibilidad de estar cerca con las ubicaciones de los lugares donde la gente vive, de manera tal de achicar el tiempo de distancia entre la casa y la oficina; ir a la oficina para desarrollar un trabajo más comunitario, un trabajo más de equipo”, entre otros aspectos mencionados por Nicolás.
IWG agrega valor en las dos puntas: en la demanda de metros y también para aquellos que tienen los metros y los ofrecen. De acuerdo con Nicolás, la compañía está focalizada en hacer partnerships con propietarios para desarrollar los modelos de franquicias de IWG en la región, y agregar valor a los propietarios en los metros que se tiene disponibles para gestionar.
“Hoy las compañías están demandando flexibilidad, están demandando usar metros en base a necesidad concreta, y nosotros tenemos infraestructura comercial, infraestructura operativa, para operar estos metros de una manera flexible. Previo a la pandemia, los propietarios estaban acostumbrados a alquilar un espacio por 10 años, olvidarse de lo que era el mantenimiento, y eso se lo delegaba a una empresa, la empresa que en definitiva era la tenedora de estos metros”, recordó.
Nicolás del Pozo va en la misma línea de lo analizado por Josef al comentar que “la infraestructura de las casas tampoco tienen las condiciones dadas para que los colaboradores desarrollen el trabajo 100% home-office”. Siendo este uno de los motivos, él no cree que el home-office de tiempo completo sea viable. De esta forma, defiende que la solución para enfrentar los aspectos geográficos, sociales y de movilidad urbana que tiene el continente latinoamericano es el flex office.
“En Latinoamérica generalmente las distancias son largas, el transporte público no está tan desarrollado como las ciudades de primer mundo, por ende el ir a trabajo era mucho más tedioso quizás que en la economía de primero mundo (...) Por ende, también esta propuesta de flex office permite a las compañías tener opciones con estándares de calidad de oficinas de primer nivel, con los servicios adecuados para que los colaboradores desarrollen su trabajo de manera eficiente tomando un valor importante en este contexto, sobre todo Latinoamérica. A eso sumado a que las compañías evitan contratos a largo plazo, se evita la necesidad de una inversión en infraestructura, se evita la necesidad de operar estos espacios y delegar eso en una persona que sabe”.
Por Paulo Alfaro
El hecho es que durante los tiempos más sombríos del coronavirus hubo una cantidad destacable de profesionales que experimentaron el trabajo remoto. Para tener una idea, Newmark realizó una encuesta en México con 50 ejecutivos nivel C y 100 trabajadores de otros rangos, en la que el enfoque giró en torno a la “experiencia del trabajo a distancia y las perspectivas de futuro sobre el uso de la oficina y los nuevos modelos de trabajo”; el 95% trabajó de forma remota durante la pandemia.
Sin embargo, tal modalidad carece de aspectos imprescindibles para la calidad de vida del colaborador, que pasa especialmente por el aumento de productividad e interacción, razones por las que los ejecutivos C-level en México han visto el modelo híbrido como la modalidad de trabajo ideal. “Es claro que la modalidad híbrida lidera las preferencias tanto de los trabajadores como de los C-level”, declaró la misma encuesta -divulgada por Visión Inmobiliaria 2022.
Quien comparte el mismo optimismo sobre trabajar de forma flexible es Nicolás del Pozo, Network Development Director de IWG. Preguntado por los nuevos hábitos de trabajo que llegaron con la pandemia y cómo estos impactan en el uso de los espacios, Nicolás dijo que el escenario pandémico aceleró las tendencias que ya existían, fortaleciendo un formato que combina las actividades realizadas presencialmente en la oficina y también a distancia. El trabajo híbrido, según él, une efectividad y flexibilidad.
“Hoy la tecnología permite a cualquier colaborador de una organización, a cualquier emprendimiento, a cualquier start-up, trabajar con mucha eficiencia desde cualquier lugar. En el mundo corporativo había muchos preconceptos respecto de esto, si la gente era productiva, no era productiva, trabajando desde su casa… Por ende, lo que hizo la pandemia fue acelerar esa tendencia del trabajo híbrido -de alternar la oficina con la casa- y de alguna manera derribar un montón de prejuicios culturales respecto de la posibilidad de ser eficientes trabajando en esta alternancia, en esta forma flexible”, opinó.
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La empresa es consciente de varias tendencias vinculadas al trabajo flexible que permitirán un crecimiento acelerado en diversos países. En ese sentido, se está trabajando en la incorporación de nuevos miembros, específicamente en el ámbito de la expansión y centrándose en el desarrollo de IWG en Latinoamérica y el mundo.
En el caso del territorio latinoamericano, Nicolás comenta que las oportunidades son enormes, y que las empresas recibirán soluciones basadas en inversión con bajo riesgo, flexible en cuanto al tiempo y cantidad de espacio que se toma, así como una gran oportunidad dada por baja penetración del flex office o de la indústria de coworking dentro de lo que es el sector de oficinas en la región.
“Si hoy uno mira la penetración sobre el stock de oficinas de clase A, la penetración del flex office está en el orden de 2%, y nosotros proyectamos que en los próximos años eso debería subir en 25%, 30%, lo cuál, teniendo IWG una posición de liderazgo, dentro de lo que es la industria por cantidad de ubicaciones, por cantidad de metros, por la infraestructura, entendemos que va permitir un escalamiento a la cantidad de metros que tiene IWG en la región”, agregó.
Preponderante para sus clientes, IWG viene adoptando propuestas de valor cuya eficiencia se basa no sólo en los hábitos de trabajo, sino también en los costos y las necesidades específicas. Las prácticas pasan por “tener los metros cuadrados en base a la necesidad concreta de la organización en un determinado momento; la posibilidad de estar cerca con las ubicaciones de los lugares donde la gente vive, de manera tal de achicar el tiempo de distancia entre la casa y la oficina; ir a la oficina para desarrollar un trabajo más comunitario, un trabajo más de equipo”, entre otros aspectos mencionados por Nicolás.
IWG agrega valor en las dos puntas: en la demanda de metros y también para aquellos que tienen los metros y los ofrecen. De acuerdo con Nicolás, la compañía está focalizada en hacer partnerships con propietarios para desarrollar los modelos de franquicias de IWG en la región, y agregar valor a los propietarios en los metros que se tiene disponibles para gestionar.
“Hoy las compañías están demandando flexibilidad, están demandando usar metros en base a necesidad concreta, y nosotros tenemos infraestructura comercial, infraestructura operativa, para operar estos metros de una manera flexible. Previo a la pandemia, los propietarios estaban acostumbrados a alquilar un espacio por 10 años, olvidarse de lo que era el mantenimiento, y eso se lo delegaba a una empresa, la empresa que en definitiva era la tenedora de estos metros”, recordó.
Cómo las características latinoamericanas desafía al home-office
Recientemente, GRI también entrevistó a Josef Preschel, Managing Director & Founder, de Peninsula Investment Group. Enfocado en el sector residencial, comentó que el trabajo 100% remoto no tiene tanto impacto en América Latina comparado a las economías más desarrolladas, dada la realidad de una región en la que su pueblo compra “en promedio departamentos de 40 a 80 metros cuadrados”, consecuencia de una infraestructura comprometida para ese modelo integral.Nicolás del Pozo va en la misma línea de lo analizado por Josef al comentar que “la infraestructura de las casas tampoco tienen las condiciones dadas para que los colaboradores desarrollen el trabajo 100% home-office”. Siendo este uno de los motivos, él no cree que el home-office de tiempo completo sea viable. De esta forma, defiende que la solución para enfrentar los aspectos geográficos, sociales y de movilidad urbana que tiene el continente latinoamericano es el flex office.
“En Latinoamérica generalmente las distancias son largas, el transporte público no está tan desarrollado como las ciudades de primer mundo, por ende el ir a trabajo era mucho más tedioso quizás que en la economía de primero mundo (...) Por ende, también esta propuesta de flex office permite a las compañías tener opciones con estándares de calidad de oficinas de primer nivel, con los servicios adecuados para que los colaboradores desarrollen su trabajo de manera eficiente tomando un valor importante en este contexto, sobre todo Latinoamérica. A eso sumado a que las compañías evitan contratos a largo plazo, se evita la necesidad de una inversión en infraestructura, se evita la necesidad de operar estos espacios y delegar eso en una persona que sabe”.
Por Paulo Alfaro