
Oferta residencial es la agenda prioritaria en México; players unen fuerzas
Claudia Sheinbaum lidera el esfuerzo para aumentar la producción de vivienda popular y reducir el déficit habitacional
6 de marzo de 2025Mercado Inmobiliario
Por Paulo Alfaro
Con el sector residencial volviendo a ser una prioridad en la agenda del gobierno mexicano, bajo el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum, se están discutiendo nuevas iniciativas para impulsar el desarrollo habitacional en el país, con un enfoque especial en la vivienda de interés social. En 2017, este segmento representaba el 45% del mercado, pero ha caído al 16% en la actualidad.
En este contexto, una reunión privada organizada por GRI Club Latam en la Ciudad de México, con IFC como co-host, reunió a líderes del sector para debatir formas de actuar conjuntamente en la resolución del desafío habitacional.
La colaboración entre el gobierno, el sector privado y las instituciones financieras será crucial para recuperar el prestigio del mercado residencial, ante el grave déficit habitacional que enfrenta el país. Según un ejecutivo, se estima que serán necesarias 600,000 nuevas unidades por año durante los próximos 30 años para atender el crecimiento poblacional.
En términos cuantitativos, el déficit habitacional en México alcanza los 8,9 millones de unidades. La mayor parte de esta demanda podría ser atendida a través de reformas y mejoras estructurales, especialmente en viviendas precarias. Como señaló un ejecutivo, "más del 80% del déficit puede resolverse con esquemas de mejora. La principal deficiencia observada son los techos precarios."
IFC, por ejemplo, otorgó un financiamiento de 301 millones de dólares a la desarrolladora Vinte. Parte de estos recursos se destinaron al Proyecto Vinte Green PCG, que tiene como objetivo ampliar el acceso a viviendas accesibles y sostenibles en el país.
En 2020, la IFC ya había otorgado un préstamo de 20 millones de dólares a la misma desarrolladora para financiar la construcción de 2,000 viviendas certificadas por el sistema EDGE en México. El país ocupa el segundo lugar mundial en certificaciones EDGE, con 12 millones de m² de edificaciones sostenibles. Vinte, líder en este tipo de certificación, ya ha certificado 17,000 unidades habitacionales.
Es importante destacar que IFC destinó 1.2 mil millones de dólares a México en 2024, una cifra que se elevó a 1.6 mil millones de dólares a principios de este año y que se espera alcance los 2 mil millones de dólares para finales de 2025. Aproximadamente el 50% de esta cantidad está siendo destinada a proyectos verdes e iniciativas climáticas, lo que refleja el compromiso de la institución con la sostenibilidad.
Desde el punto de vista del nuevo gobierno, se ha anunciado un ambicioso plan para enfrentar el déficit habitacional en el país. El programa prevé la construcción de un millón de viviendas de bajo costo en los próximos seis años, de las cuales 500,000 unidades serán destinadas a beneficiarios del Infonavit y 500,000 para personas no afiliadas.
Además, está prevista la realización de 450,000 reformas habitacionales y la regularización de un millón de escrituras, facilitando el acceso a la vivienda formalizada. Para financiar estas iniciativas, el gobierno planea asignar cerca de 600 mil millones de pesos.
Los participantes observan una expansión residencial hacia regiones tradicionalmente menos favorecidas, como el Sur, ofreciendo nuevas oportunidades para desarrolladores e inversores. No es casualidad que la iniciativa del gobierno prevea la construcción de 325,000 viviendas en esta región, representando el principal enfoque del proyecto. En comparación, el Centro contará con 239,400 nuevas unidades, el Centro-Norte con 228,800 y el Norte con 206,800.
¿Y qué premisas deben guiar las inversiones, tanto públicas como privadas? Un player menciona el enfoque en la resiliencia de las construcciones frente a desastres naturales. El huracán John, ocurrido en septiembre de 2024, fue recordado: en ese momento, 66 municipios fueron impactados, afectando a más de 154,000 viviendas.
“La realidad es que el cambio climático está creando escenarios que nunca habíamos previsto antes”, comenta el ejecutivo. Según él, es importante que las empresas, al elegir nuevos lugares para la construcción o al adquirir terrenos, consideren posibles desastres futuros.
En cuanto a las tendencias, el modelo rent-to-own (alquiler con opción a compra), inspirado en el sistema estadounidense, ha ganado fuerza como alternativa al financiamiento tradicional. Este modelo permite que los compradores paguen alquiler con la opción de adquirir la propiedad en el futuro, sin necesidad de crédito hipotecario inmediato.
El financiamiento tradicional, por su parte, sigue siendo una vía relevante, especialmente para aquellos que tienen acceso a líneas de crédito bancario o programas como el Infonavit y el Fovissste. Estos programas, en conjunto, financian, en promedio, 500,000 viviendas por año, siendo el 35% para viviendas nuevas y el 65% para unidades usadas, lo que evidencia la importancia del mercado secundario de inmuebles.

Con el sector residencial volviendo a ser una prioridad en la agenda del gobierno mexicano, bajo el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum, se están discutiendo nuevas iniciativas para impulsar el desarrollo habitacional en el país, con un enfoque especial en la vivienda de interés social. En 2017, este segmento representaba el 45% del mercado, pero ha caído al 16% en la actualidad.
En este contexto, una reunión privada organizada por GRI Club Latam en la Ciudad de México, con IFC como co-host, reunió a líderes del sector para debatir formas de actuar conjuntamente en la resolución del desafío habitacional.
La colaboración entre el gobierno, el sector privado y las instituciones financieras será crucial para recuperar el prestigio del mercado residencial, ante el grave déficit habitacional que enfrenta el país. Según un ejecutivo, se estima que serán necesarias 600,000 nuevas unidades por año durante los próximos 30 años para atender el crecimiento poblacional.
En términos cuantitativos, el déficit habitacional en México alcanza los 8,9 millones de unidades. La mayor parte de esta demanda podría ser atendida a través de reformas y mejoras estructurales, especialmente en viviendas precarias. Como señaló un ejecutivo, "más del 80% del déficit puede resolverse con esquemas de mejora. La principal deficiencia observada son los techos precarios."

Players debaten sobre el sector residencial en México (imagen: GRI Club)
Incentivos para superar el déficit habitacional
Las instituciones financieras se han mostrado proactivas en la búsqueda de soluciones. Una de las iniciativas destacadas ha sido la Hipoteca Digital, modalidad de crédito hipotecario que ha ganado popularidad en México, especialmente para inmuebles con valores entre 750,000 y 1.5 millones de pesos.IFC, por ejemplo, otorgó un financiamiento de 301 millones de dólares a la desarrolladora Vinte. Parte de estos recursos se destinaron al Proyecto Vinte Green PCG, que tiene como objetivo ampliar el acceso a viviendas accesibles y sostenibles en el país.
En 2020, la IFC ya había otorgado un préstamo de 20 millones de dólares a la misma desarrolladora para financiar la construcción de 2,000 viviendas certificadas por el sistema EDGE en México. El país ocupa el segundo lugar mundial en certificaciones EDGE, con 12 millones de m² de edificaciones sostenibles. Vinte, líder en este tipo de certificación, ya ha certificado 17,000 unidades habitacionales.
Es importante destacar que IFC destinó 1.2 mil millones de dólares a México en 2024, una cifra que se elevó a 1.6 mil millones de dólares a principios de este año y que se espera alcance los 2 mil millones de dólares para finales de 2025. Aproximadamente el 50% de esta cantidad está siendo destinada a proyectos verdes e iniciativas climáticas, lo que refleja el compromiso de la institución con la sostenibilidad.
Desde el punto de vista del nuevo gobierno, se ha anunciado un ambicioso plan para enfrentar el déficit habitacional en el país. El programa prevé la construcción de un millón de viviendas de bajo costo en los próximos seis años, de las cuales 500,000 unidades serán destinadas a beneficiarios del Infonavit y 500,000 para personas no afiliadas.
Además, está prevista la realización de 450,000 reformas habitacionales y la regularización de un millón de escrituras, facilitando el acceso a la vivienda formalizada. Para financiar estas iniciativas, el gobierno planea asignar cerca de 600 mil millones de pesos.
Los participantes observan una expansión residencial hacia regiones tradicionalmente menos favorecidas, como el Sur, ofreciendo nuevas oportunidades para desarrolladores e inversores. No es casualidad que la iniciativa del gobierno prevea la construcción de 325,000 viviendas en esta región, representando el principal enfoque del proyecto. En comparación, el Centro contará con 239,400 nuevas unidades, el Centro-Norte con 228,800 y el Norte con 206,800.
¿Y qué premisas deben guiar las inversiones, tanto públicas como privadas? Un player menciona el enfoque en la resiliencia de las construcciones frente a desastres naturales. El huracán John, ocurrido en septiembre de 2024, fue recordado: en ese momento, 66 municipios fueron impactados, afectando a más de 154,000 viviendas.
“La realidad es que el cambio climático está creando escenarios que nunca habíamos previsto antes”, comenta el ejecutivo. Según él, es importante que las empresas, al elegir nuevos lugares para la construcción o al adquirir terrenos, consideren posibles desastres futuros.
En cuanto a las tendencias, el modelo rent-to-own (alquiler con opción a compra), inspirado en el sistema estadounidense, ha ganado fuerza como alternativa al financiamiento tradicional. Este modelo permite que los compradores paguen alquiler con la opción de adquirir la propiedad en el futuro, sin necesidad de crédito hipotecario inmediato.
El financiamiento tradicional, por su parte, sigue siendo una vía relevante, especialmente para aquellos que tienen acceso a líneas de crédito bancario o programas como el Infonavit y el Fovissste. Estos programas, en conjunto, financian, en promedio, 500,000 viviendas por año, siendo el 35% para viviendas nuevas y el 65% para unidades usadas, lo que evidencia la importancia del mercado secundario de inmuebles.
