IFC analiza el potencial de inversión privada en Colombia

Consulta las estrategias y acciones de la institución financiera para desarrollar el país

18 de septiembre de 2023Mercado Inmobiliario
Por Paulo Alfaro

El inversionista extranjero ha enfrentado desafíos significativos a la hora de considerar invertir en Colombia, debido al actual escenario de ajuste monetario y a la desaceleración económica mundial. Este panorama evidencia la necesidad de entender las proyecciones macroeconómicas para el país en el corto y mediano plazo. Después de todo, ¿es probable que el escenario mejore o empeore para el player privado?

Para responder a esta pregunta, entrevistamos a Elizabeth Martínez de Marcano, directora regional para Colombia, México, Centroamérica y Caribe de la IFC (International Finance Corporation), institución financiera responsable de crear mercados, financiar proyectos de desarrollo y movilizar recursos del sector privado y de otras organizaciones internacionales.

Elizabeth recuerda que Colombia experimentó un sólido crecimiento económico en 2021-22, junto con medidas gubernamentales que implican la transferencia directa de recursos financieros a la población. 

Sin embargo, en el primer semestre de 2023, el aumento de los precios comprometió el mantenimiento del desempeño económico nacional, lo que llevó a la aplicación de una política monetaria más restrictiva. En junio, el Banco Central elevó el tipo de interés al 13,25% anual con el objetivo de contener la inflación, que en ese momento había alcanzado el 12,13% en 12 meses. 

Teniendo en cuenta todos estos factores, IFC proyecta que el PIB de Colombia crecerá un 1,5% en 2023, lo que representa una revisión positiva frente a la previsión de principios de año, que era del 1,2%.

Aunque todavía hay retos e incertidumbres, la ejecutiva se muestra optimista sobre el futuro de Colombia, situando al sector privado como protagonista de la recuperación económica. Colombia representa la segunda mayor cartera de IFC en América Latina y el Caribe, y la séptima en el mundo. En 2022, más de 1000 millones de dólares fueron invertidos por la institución financiera en el país. 

"Colombia es un gran ejemplo de innovación y de un ecosistema vibrante en el sector privado, y estamos seguros de que puede prosperar en una economía global post-pandémica. Estamos convencidos de que el grueso de los inversionistas comparte esta visión y ven al país como una nación prometedora", comenta. 

En cuanto al mercado inmobiliario, las mayores oportunidades se encuentran en el sector residencial, ya que este activo sigue proporcionando retornos por valorización y rentabilidad a largo plazo. Además, existe un déficit de viviendas del 12,2%, lo que significa que aún hay margen para invertir en nueva oferta en este sector.

“Si bien hay mucha atención a las decisiones de política monetaria que inciden en los créditos hipotecarios, la compra de vivienda se mantiene como un activo refugio para muchos colombianos”, observa la directora de IFC, quien hizo especial énfasis en la vivienda de interés social.

Respecto a la inversión no residencial, señala que el sector comercial recibió una considerable inyección de capital en 2021, con fondos de inversión que aportaron 1,5 billones de pesos; y añade: “También el segmento industrial fue atractivo para estos inversionistas”.

Compromiso con la sostenibilidad

IFC se orienta por tres premisas a la hora de financiar proyectos: inclusión, productividad y combate al cambio climático. Con respecto a esta última, es importante destacar que la institución viene promoviendo soluciones sostenibles en el sector inmobiliario colombiano.

Implementando la certificación EDGE (Excellence in Design for Greater Efficiencies) desde hace más de diez años, IFC aporta una serie de beneficios reportados por los inversionistas que trabajan con esta certificación, entre los que se encuentran: 
  • ahorro en los costos operativos, con un uso más eficiente de los recursos, lo que es especialmente valorado por los REITs con activos a largo plazo para alquiler comercial o industrial;
  • mejores condiciones de financiamiento, ofreciendo hipotecas verdes y financiamiento para la construcción sostenible, siendo Colombia pionera en la región con una taxonomía verde que orienta las inversiones ambientales y facilita recursos públicos y privados; 
  • criterios ESG, con informes e indicadores exigidos por inversores y plataformas climáticas;
  • descarbonización de portafolios inmobiliarios, combatiendo el 39% de las emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero) generadas por las edificaciones debido al uso de energía, y buscando evitar un impacto aún mayor en el largo plazo, dada la proyección de que la construcción se duplicará para 2060;
  • cumplimiento del Acuerdo de París, alineando el 85% de los nuevos flujos financieros con el Plan de Acción de Cambio Climático del Acuerdo, para alcanzar el 100% en julio de 2025.
Siguiendo con el último tópico, Elizabeth completa: “Celebramos con optimismo que este compromiso se vea también reflejado en otros bancos de desarrollo, multinacionales y fondos de inversión”. 

En lo referente a ESG, menciona que los criterios se guían por el Marco de Sostenibilidad y la metodología de Gobierno Corporativo de la IFC. Ambas herramientas están diseñadas para ayudar a los clientes a mejorar el desempeño de sus negocios, aumentar la transparencia, interactuar con las personas afectadas por los proyectos financiados, proteger el medio ambiente y lograr un mayor impacto en el desarrollo.

En cuanto a las Normas de Desempeño, la búsqueda de la estandarización entre las empresas del sector privado está teniendo un impacto positivo en el mundo empresarial. En los últimos diez años, IFC calcula que un total de 4,5 billones de dólares en inversiones en mercados emergentes se han adherido a las Normas de Desempeño de la institución o a principios similares.

“Utilizamos nuestra Metodología de Gobierno Corporativo para ayudar a las empresas a operar de manera más eficiente, mejorar el acceso al capital, mitigar el riesgo y protegerse contra la mala gestión”, explica la ejecutiva.

Otros objetivos de IFC 

Colombia continúa siendo uno de los países más desiguales del mundo, con un índice de Gini de 54,2 puntos, según los últimos datos disponibles en 2020. En comparación, el promedio mundial para el mismo período, basado en 20 países, es de 39,52 puntos. Esta medida estadística se utiliza para cuantificar el nivel de desigualdad económica en una zona geográfica determinada. 

Para hacer frente a retos como este, IFC se ha comprometido no solo a invertir en el sector inmobiliario y en infraestructura, sino también a mejorar el acceso a la financiación de las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMEs), con especial atención a las que son propiedad de mujeres

Además, sigue promoviendo la inclusión financiera digital y el acceso a servicios educativos y sanitarios de calidad, demostrando su compromiso de invertir y movilizar recursos externos para avanzar en estos temas cruciales.

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